El juego es una actividad que el ser humano
practica a lo largo de toda su vida y que va más allá de las fronteras
del espacio y del tiempo. Es una actividad fundamental en el proceso evolutivo, que fomenta el desarrollo de las estructuras de comportamiento social.
En el caso que nos
ocupa, que es el ámbito escolar, el juego cumple con la satisfacción de ciertas
necesidades de tipo psicológico, social y pedagógico y permite desarrollar una
gran variedad de destrezas, habilidades y conocimientos que son fundamentales
para el comportamiento escolar y personal de los alumnos.
El autor Pugmire-Stoy
(1996) define el juego como el acto que permite representar el mundo adulto,
por una parte, y por la otra relacionar el mundo real con el mundo
imaginario. Este acto evoluciona a partir de tres pasos: divertir,
estimular la actividad e incidir en el desarrollo.
En el mismo orden de
ideas, Gimeno y Pérez (1989), definen el juego como un grupo de actividades a través del cual el individuo proyecta susemociones y deseos, y a través del lenguaje (oral y simbólico) manifiesta su personalidad. Para estos autores, las características
propias del juego permiten al niño o adulto expresar lo que en la vida real no
le es posible. Un clima de libertad y de ausencia de coacción es
indispensable en el transcurso de cualquier juego.
Por otra parte, el
derecho al juego está reconocido en la Declaración de los Derechos del Niño, adoptados por la Asamblea de
la ONU el 30 de noviembre de 1959, en el
principio 7: "El niño deberá disfrutar plenamente de juegos y recreaciones; la sociedad y las autoridades públicas se esforzarán
por promover el goce de este derecho".
Según Guy Jacquin,
citado por Pugmire-Stoy, el juego es una actividad espontánea y desinteresada
que exige una regla libremente escogida que cumplir o un obstáculo
deliberadamente que vencer. El juego tiene como función esencial procurar al niño el placer moral del triunfo que al aumentar su
personalidad, la sitúa ante sus propios ojos y ante los demás.
Seguidamente, González
Millán, citado por Wallon (1984), lo define como "una actividad generadora
de placer que no se realiza con una finalidad exterior a ella, sino por sí misma".
El juego también tiene
un concepto sociológico:
Según Huizinga en su libro "Homo Ludens", citado por Hill
(1976), dice: " el juego es una actividad u ocupación voluntaria que
se realiza dentro de ciertos límites establecidos de espacio y tiempo,
atendiendo a reglas libremente aceptadas, pero incondicionalmente seguidas, que
tienen su objetivo en sí mismo y se acompaña de un sentido
de tensión y alegría".
Por otra parte, Freire
(1989) relata sobre el juego educacional: "...El niño es un ser humano
bien diferenciado de los animales irracionales que vemos en el zoológico o
el circo. Los niños son para ser educados, no adiestrados.".
En síntesis, para los niños jugar no es un pasatiempo; sus juegos
están relacionados con un aprendizaje central: su conocimiento del mundo por intermedio de sus propias
emociones. Por medio del juego el niño crea una serie de especulaciones con
respecto a la vida. Las mismas que más tarde, en la adultez, volverá a
descubrir y elaborar haciendo uso del raciocinio y estableciendo un puente
entre el juego y la vida.
Diferentes filósofos y psicólogos reflejan la importancia del
juego a través de sus teorías, de las cuales se han seleccionado tres de ellas
y se analizan a continuación:
- Teoría del Juego Como Anticipación Funcional:
Para Karl Groos
(1902), filósofo y psicólogo; el juego es objeto de una investigación psicológica especial, siendo el primero
en constatar el papel del juego como fenómeno de desarrollo del pensamiento y de la actividad. Está basada en
los estudios de Darwin que indica que sobreviven las especies
mejor adaptadas a las condiciones cambiantes del medio. Por ello el juego
es una preparación para la vida adulta y la supervivencia.
Para Groos, el juego es
pre ejercicio de funciones necesarias
para la vida adulta, porque contribuye en el desarrollo de
funciones y capacidades que preparan al niño para poder realizar
las actividades que desempeñará cuando sea grande. Esta tesis de
la anticipación funcional ve en el juego un ejercicio preparatorio necesario
para la maduración que no se alcanza sino al final de la niñez, y que en su
opinión, "esta sirve precisamente para jugar y de preparación para la
vida".
Este teórico, estableció un
precepto: "el gato jugando con el ovillo aprenderá a cazar ratones y el
niño jugando con sus manos aprenderá a controlar su cuerpo". Además
de esta teoría, propone una teoría sobre la función simbólica. Desde su
punto de vista, del pre ejercicio nacerá el símbolo al plantear que el perro
que agarra a otro activa su instinto y hará la ficción. Desde esta
perspectiva hay ficción simbólica porque el contenido de los símbolos es
inaccesible para el sujeto (no pudiendo cuidar bebes verdades, hace el
"como si" con sus muñecos).
En conclusión, Groos define que la naturaleza del
juego es biológico e intuitivo y que prepara al niño para desarrollar sus
actividades en la etapa de adulto, es decir, lo que hace con una muñeca cuando
niño, lo hará con un bebe cuando sea grande.
- Teoría Piagetiana:
Para Jean Piaget (1956),
el juego forma parte de la inteligencia del
niño, porque representa la asimilación funcional o reproductiva de la realidad
según cada etapa evolutiva del individuo.
Las capacidades sensoriomotrices,
simbólicas o de razonamiento, como aspectos esenciales del desarrollo del
individuo, son las que condicionan el origen y la evolución del juego.
Piaget asocia tres estructuras básicas
del juego con las fases evolutivas del pensamiento humano:
el juego es simple ejercicio (parecido al anima); el juego simbólico
(abstracto, ficticio); y el juego reglado (colectivo, resultado de un acuerdo
de grupo).
Piaget se centró principalmente en
la cognición sin dedicar demasiada atención a las emociones y
las motivaciones de los niños. El tema central de sutrabajo es
"una inteligencia" o una "lógica" que adopta diferentes
formas a medida que la persona se
desarrolla. Presenta una teoría del desarrollo por etapas. Cada etapa supone la
consistencia y la armonía de todas las funciones cognitivas en relación a un
determinado nivel de desarrollo. También implica discontinuidad, hecho que
supone que cada etapa sucesiva es cualitativamente diferente a el anterior,
incluso teniendo en cuenta que durante la transición de una etapa a otra, se
pueden construir e incorporar elementos de la etapa anterior.
Piaget divide
el desarrollo cognitivo en cuatro etapas: la etapa sensomotriz (desde el
nacimiento hasta los dos años), la etapa preoperativa (de los dos a los seis
años), la etapa operativa o concreta (de los seis o siete años hasta los once)
y la etapa del pensamiento operativo formal (desde los doce años
aproximadamente en lo sucesivo).
La característica principal de la
etapa sensomotriz es que la capacidad del niño por representar y entender el
mundo y, por lo tanto, de pensar, es limitada. Sin embargo, el niño aprende
cosas del entorno a través de las actividades, la exploración y la manipulación
constante. Los niños aprenden gradualmente sobre la permanencia de los objetos,
es decir, de la continuidad de la existencia de los objetos que no ven.
Durante la segunda etapa, la etapa
preoperativa el niño representa el mundo a su manera (juegos, imágenes, lenguaje y dibujos fantásticos)
y actúa sobre estas representaciones como sí creyera en ellas.
En la etapa operativa o concreta,
el niño es capaz de asumir un número limitado de procesos lógicos,
especialmente cuando se le ofrece material para manipularlo y clasificarlo, por
ejemplo. La comprensión todavía depende de experiencias concretas con
determinados hechos y objetos y no de ideas abstractas o hipotéticas. A partir
de los doce años, se dice que las personas entran a la etapa del pensamiento
operativo formal y que a partir de este momento tienen capacidad para razonar
de manera lógica y formular y probar hipótesis abstractas.
Piaget ve el desarrollo como
una interacción entre la madurez física (organización de los cambios anatómicos
y fisiológicos) y la experiencia. Es a través de estas experiencias que los
niños adquieren conocimiento y
entienden. De aquí el concepto de constructivismo y el paradigma entre
la pedagogía constructivista y el currículum.
Según esta aproximación, el
currículum empieza con los intereses de lo aprendiendo que incorpora
información y experiencias nuevas a conocimiento y experiencias previas. La
teoría de Piaget sitúa la acción y la resolución autodirigida de problemas directamente
al centro del aprendizaje y
el desarrollo. A través de la acción, lo aprendiendo descubre como controlar el
mundo.
- Teoría Vygotskyana:
Según Lev Semyónovich Vigotsky (1924),
el juego surge como necesidad de reproducir el contacto con lo demás.
Naturaleza, origen y fondo del juego son fenómenos de tipo social, y a través
del juego se presentan escenas que van más allá de los instintos y pulsaciones
internas individuales.
Para este teórico, existen dos
líneas de cambio evolutivo
que confluyen en el ser humano: una más dependiente de la biología
(preservación y reproducción de la especie), y otra más de tipo sociocultural
(ir integrando la forma de organización propia de una cultura y
de un grupo social).
Finalmente Vigotsky establece que
el juego es una actividad social, en la cual gracias a la cooperación con otros
niños, se logran adquirir papeles o roles que son complementarios al propio.
También este autor se ocupa principalmente del juego simbólico y señala como el
niño transforma algunos objetos y lo convierte en su imaginación en otros que
tienen para él un distinto significado, por ejemplo, cuando corre con la escoba
como si ésta fuese un caballo, y con este manejo de las cosas se contribuye a
la capacidad simbólica del niño.
DIFERENCIAS
Y SEMEJANZAS ENTRE LAS TEORÍAS
Como una semejanza importante se
puede destacar el hecho de que Vygotsky y Piaget mantienen la concepción
constructivista del aprendizaje. Sin embargo, mientras Piaget afirmaba que los
niños dan sentido a las cosas principalmente a través de sus acciones en
su entorno, Vygotsky destacó elvalor de
la cultura y el contexto social, que veía crecer el niño a la hora de hacerles
de guía y ayudarles en el proceso de
aprendizaje. Vygotsky, asumía que el niño tiene la necesidad de actuar de
manera eficaz y con independencia y de tener la capacidad para
desarrollar un estado mental
de funcionamiento superior cuando interacciona con la cultura (igual que cuando
interacciona con otras personas). El niño tiene un papel activo en el proceso
de aprendizaje pero no actúa solo.
La teoría de Piaget trata
especialmente el desarrollo por etapas y el el egocentrismo del niño; este
Teórico hace énfasis en la incompetencia del niño y al no tratar los aspectos
culturales y sociales, generó que otros teóricos como Vygotsky y
Groos demostraran en sus estudios, que Piaget subestimaba las habilidades
cognitivas de los niños en diferentes ámbitos.
También es importante resaltar que
para Karl Groos, el juego representa etapas biológicas en el ser humano y que
son reacciones y necesidades naturales e innatas que lo preparan para su etapa
adulta; mientras que para Vygotsky indica que los niños en la última etapa de preescolar, realizan fundamentalmente, el
juego protagonizado, de carácter social y cooperativo; pero también reglado,
donde se da la interacción de roles, por tanto la cooperación, que consiste en
colocarse en el punto de vista de la otra persona; es lo que más tarde va a
generar el pensamiento operativo que permite la superación del egocentrismo
infantil.
El juego desde estas perspectivas
teóricas, puede ser entendido como un espacio, asociado a la interioridad con
situaciones imaginarias para suplir demandas culturales (Vigotsky), y
para potenciar la lógica y la racionalidad (Piaget),
A pesar de las precisiones
conceptuales de los diferentes teóricos, todos concuerdan en la importancia del
juego en el aspecto psicológico, pedagógico y social del ser humano.
TEORÍA DE
VYGOTSKY. ESCOGENCIA PERSONAL
De las tres Teorías referidas y
planteadas, considero que la de Vygotsky es la que desarrolla el tema del juego
con mayor asertividad y
cuyos preceptos son los más utilizados en el ámbito educativo, ya que esta
Teoría es la que condiciona el desarrollo, y establece que el juego
facilita el paso de unas adquisiciones incipientes e inmaduras a otras
afianzadas y permanentes.
La idea fundamental de su obra
radica en que el desarrollo de los humanos únicamente puede ser explicado en
términos de interacción social, siendo precisamente este el elemento
fundamental para desarrollar actividades lúdicas, las cuales deben cumplir dos
fines, el aprendizaje y el reforzamiento de las relaciones
entre los alumnos y su entorno.
Para culminar, Vygotski señala que
la inteligencia se desarrolla gracias a ciertos instrumentos o herramientas psicológicas
que los niños encuentran en su medio ambiente (entorno).
EL JUEGO
COMO HERRAMIENTA EDUCATIVA
Autores como Silva (1995) refieren
que "las interacciones que favorecen el desarrollo incluyen la ayuda
activa, la participación guiada o la construcción de puentes de un adulto o
alguien con más experiencia. La persona más experimentada puede dar consejos o
pistas, hacer de modelo, hacer preguntas o enseñar estrategias, entre otras cosas, para que el
niño pueda hacer aquello, que de entrada no sabría hacer solo".
Al respecto, Silva, establece que
"para que la promoción del desarrollo de las acciones autorreguladas e
independientes del niño sea efectiva, es necesario que la ayuda que se ofrece
esté dentro de la zona "de desarrollo próximo", una zona psicológica
hipotética que representa la diferencia entre las cosas que el niño puede a
solas de las cosas para las cuales todavía necesita ayuda". Esto
probablemente puede ser diferente en función del sexo y
las características de la escuela.
Vygotsky (1991) destacó la
importancia del lenguaje en el desarrollo cognitivo, demostrando que si los
niños disponen de palabras y símbolos, los niños son capaces de construir
conceptos mucho más rápidamente. Creía que el pensamiento y el lenguaje convergían
en conceptos útiles que ayudan al pensamiento. Observó que el lenguaje era la
principal vía de transmisión de la cultura y el vehículo principal del
pensamiento y la autorregulación voluntaria.
La teoría de Vygotsky se
demuestra en aquellas aulas dónde se favorece la interacción social, dónde los
profesores hablan con los niños y utilizan el lenguaje para expresar aquello
que aprenden, dónde se anima a los niños para que se expresen oralmente y por
escrito y en aquellas clases dónde se favorece y se valora el diálogo entre los
miembros del grupo.
Es imprescindible acotar que
el aprendizaje incrementa la participación en las actividades estructuradas
como, por ejemplo, la enseñanza, que es un proceso de construcción social, que
la pedagogía, la didáctica y la metodología de las diferentes asignaturas están
interrelacionadas y no pueden separarse las unas de las otras, que aquello que
se aprende siempre tiene un significado personal y
que el aprendizaje es la producción basada en la investigación.
Es evidente entonces que los
educadores de hoy deben ser investigadores del entorno educativo y establecer
cuáles son las necesidades de los alumnos, a fin de planificar las actividades
educativas en pro de satisfacer esas necesidades y colaborar con el desarrollo
del individuo del futuro; ofreciéndole herramientas que promuevan su
aprendizaje, pero que también desarrolle sus capacidades de socialización, de
motricidad, en fin, de todo aquello que lo va a ayudar a convertirse en un ser
integral.
Todo lo citado anteriormente
demuestra que la escuela es el ámbito ideal para tener la oportunidad de jugar,
ya que el juego no es sólo un pasatiempo, y se debe aprovechar todo el
potencial de educar a través de lo lúdico. También es sano considerar que los
niños son verdaderos especialistas en juego y en modificar las conductas y actitudes por
este medio.